Cuando el tiempo apremia y tu pequeño necesita toda tu atención, ¡un detalle basta para sentirte guapa y a la moda!
Cuando la incansable carrera entre todos los compromisos de la jornada, como mamá, esposa y trabajadora requiere la máxima comodidad y versatilidad de tu ropa, es fácil caer en el limbo de un estilo menos cuidado y poco caracterizador. Teniendo en cuenta que tus tareas y deseos como mamá tienen siempre la prioridad en tu corazón y en tu mente, es importante recordar que también es necesario cuidar tu deseo como mujer de gustarte y divertirte con tu imagen y con todas las maravillosas frivolidades que siempre te ha gustado concederte.
Así que si las ganas de gustarte son muchas pero el tiempo y las energías son pocas, ha llegado el momento de ¡divertirse y jugar con los accesorios!
En cualquier momento de la jornada de una mujer, y de una mamá, un accesorio particular, divertido o elegante es la manera más simple y eficaz para sentirse inmediatamente bella y satisfecha del propio look. Una pashmina de colores, un collar divertido, un par de pendientes especiales, una pulsera elegante y un reloj joya… Cada pequeño detalle, prescindiendo del valor o de la marca, puede de verdad marcar la diferencia y llenar de personalidad y estilo cualquier look básico y minimalista
Lo único que debes tener en cuenta al elegir un accesorio es la “compatibilidad” con los “gustos” de tu hijo…
Durante los primeros meses de los bebés, sobre todo en los momentos dedicados a su diversión, es aconsejable evitar pendientes demasiado grandes o colgantes, para que no sean utilizados como enganches o juguetes ¡en perjuicio de las pobres orejas de mamá!
Lo mismo vale para el uso de collares largos o con partes en punta: además de ser incómodos cuando sea necesario alimentar al bebé, podrían molestarle cuando esté en brazos, o podrían ser demasiado invitantes para que se los meta en la boca, algo seguramente poco higiénico y seguro.
Vía libre por el contrario a las pulseras años ’70 y ’80, a divertidos sombreros, a bonitos anillos y a bufandas de cualquier dimensión y tejido, que no solo harán que resplandezcas sino que, sobre todo si son de colores, ¡además gustarán mucho a vuestro pequeño!