¡Diviértete haciendo gimnasia en el agua!
Extendido hoy desde hace años en muchas piscinas, el acquagym está especialmente indicado durante los nueve meses de embarazo. En el agua te sientes más ligera y es muy agradable y relajante, sobre todo en los últimos meses, cuando el vientre pesa sobre la espalda y es fácil que provoque algunas molestias.
Recientes estudios han demostrado que la actividad en el agua contribuye al bienestar psicofísico de las futuras mamás, estimulando la producción de endorfinas, las hormonas responsables del bienestar. Además, la libertad de movimientos que el agua permite, te dará mayor confianza, ayudándote a afrontar el momento del parto: así que consulta con el médico, coge tu gorro y tu bañador y .. ¡corre a la piscina!
Gracias a la ausencia de gravedad podrás realizar ejercicios que en el suelo te cansarían más y conseguirás trabajar sobre aquellas partes del cuerpo más solicitadas durante el embarazo, como la columna vertebral, las piernas, la cadera y los músculos del perineo. La presión del agua sobre la piel estimulará la circulación sanguínea, contrastando así la hinchazón de las extremidades inferiores y favorecerá una mayor oxigenación del útero y de la placenta; la temperatura del agua además mejorará la elasticidad de los músculos y la flexibilidad de las articulaciones; el aparato cardiocirculatorio se reforzará y mejorará la respiración. Realizar gestos forzadamente lentos en un lugar con sonidos enguatados te inducirá a la calma, a la distensión y a la relajación y dejándote flotar te pondrás en el lugar de tu hijo, imaginándote mejor sus sensaciones.
Puedes iniciar a hacer acquagym ya después del tercer mes de gestación y si el embarazo procede sin problemas puedes continuar tranquilamente hasta el momento del parto, realizándolo 2-3 veces por semana.