No solo simples perfumes, sino auténticos “fármacos” que se deben usar con cautela para resolver molestias y anti-esteticismos: ¡cuatro son aquellos a los que no puedes renunciar en estos nueve meses!
Los aceites esenciales son auténticos “fármacos” que, utilizados durante un masaje o en otros pequeños rituales de belleza, influyen en el sistema nervioso y en todas las demás funciones del cuerpo, resolviendo eventuales molestias y anti-esteticismos. Por esta razón hay que utilizarlos con cautela, sobre todo cuando se está en estado de buena esperanza.
Se pueden utilizar para perfumar el aire del ambiente, o bien pueden usarse sobre el cuerpo para tratar molestias de salud y anti-esteticismos. Con la excepción de tres aceites esenciales (lavanda, camomila y árbol del te), el resto no deben usarse puros sobre la piel porque pueden causar irritaciones, reacciones alérgicas y manchas cutáneas. Hay que diluirlos en otras sustancias grasas, los vectores, como por ejemplo, aceites vegetales (oliva, almendras dulces), sal, arcilla, cremas y geles o champús con base neutra.
Para ti que esperas un bebé, cuatro son las fragancias más seguras y aconsejadas.
Mandarino: un perfume dulce y alegre, que “abraza”, con una fuerte valencia materna. Está indicado para masajes vaso-protectores y de drenaje, contra la retención hídrica, y gracias a sus propiedades tonificantes, para prevenir las estrías durante el embarazo.
Lavanda: una esencia capaz de eliminar los estados negativos, dando un sentido de claridad y alejando los malos pensamientos. Serena y equilibra los estados de ansiedad y depresivos y además baja la tensión alta.
Camomila: es la planta más vinculada en absoluto al sentido de maternidad y su perfume tiene un efecto beneficioso para la psique, infundiendo protección y la tibieza de un abrazo materno. Es óptima con un masaje para aliviar problemas digestivos del embarazo, pero también la rabia, la ansiedad, las emociones “de barriga” y las problemáticas psicosomáticas.
Rosa damasco: su flor representa la feminidad y su esencia recrea lo femenino y sensual. Es un aceite muy indicado para disolver traumas vinculados con el ámbito sexual, con la depresión durante el embarazo y en el post-partum.
En la amplia elección de productos que ofrece el mercado, intenta preferir los que lleven etiquetas “transparentes” que indican, además del nombre del producto, otras informaciones útiles como el nombre de la planta, el origen, las partes utilizadas para obtener el aceite, el método de cultivo (si es posible, biológico o biodinámico), el de extracción y el año de producción. ¡Son un poco más caros pero vale la pena!