¡Conquístalo por el estómago, como si fuera la primera vez!
La espera de un bebé trae consigo inevitables cambios en las dinámicas de la pareja y se comienzan a hacer pruebas generales con “pensamientos de tres”… En estos meses aparecen ansiedades y temores con respecto al futuro y a la propia capacidad de ser padres. Conservar una esfera de intimidad y de complicidad es muy importante: intentar seducir de nuevo al compañero y jugar con él es una buena forma para reforzar el vínculo de pareja y enfrentarse con mayor serenidad a los cambios que están por llegar.
La cocina se presenta de nuevo como una ¡óptima aliada!
Preparar una “cena” diferente, quizá a la luz de las velas, es un juego divertido para volver a encontrar la complicidad.
Para seguir conquistándolo en la cocina piensa en sus gustos, en lo que prefiere comer y que quizá no come con demasiada frecuencia y lánzate a preparar un suculento manjar.
Pero también puedes sorprenderlo con una cena pensada teniendo en cuenta tus exigencias nutricionales: nada demasiado elaborado, solo sano y auténtico, que presentado con maestría ¡seguro que surtirá efecto! El tiempo y el amor que pongas para prepararlo conquistarán sus papilas gustativas y aparecerás ante sus ojos como ¡la reina de la cocina!
El secreto está en el juego, en la fantasía que se pone preparándolo todo, y la cocina tiene la gran cualidad de dar amplio espacio a tu creatividad e inventiva.
Cuando termines no te olvides de quitarte el mandil y ¡ponerte un bonito vestido premamá!