Tu pequeño está creciendo, es el momento de cambiarle el menú
Comenzaste con la leche, luego pasaste a las papillas e introdujiste en su alimentación todos los alimentos paso a paso.
Los fideos se han transformado en pasta más grande, y esto estimula a tu hijo a seguir aprendiendo a masticar.
Ahora con un trozo de pan o de fruta en la mano tu hijo lo hace muy bien y tú tienes la serenidad de dejar que se los coma con tranquilidad.
La salida de los primeros molares lo está ayudando a desmenuzar con facilidad los trozos que antes eran difíciles para él
En definitiva, ¡ha llegado el momento de cambiar el menú!
Comienza este cambio de manera gradual, ahora coméis todos juntos en la mesa, y es la ocasión perfecta para hacer que pruebe un poco de vuestra comida. Corta a pedacitos tu pasta, la carne y la verdura, y ofrécesela de vez en cuando. ¡Para él será una auténtica fiesta poder “robar” de vuestro plato!
Ahora que mastica bien y aprecia el cambio, puedes comenzar con menú de mayores en una de las dos comidas. El almuerzo es el más indicado porque tu hijo está menos cansado. Prepara diversos alimentos y ofréceselos de uno en uno. Normalmente los hidratos de carbono son los preferidos de todos los niños, pero no te arriesgues a que se sacie antes haber comido verduras y proteínas, empieza por éstas últimas para pasar después a la tan apreciada pasta.
Cuando los progresos de tu pequeño sean evidentes, podrás iniciar a sustituir las papillas en las dos comidas y…¡rienda suelta a tu fantasía como chef!