“Viento y agua”: dos elementos que, según este antiguo arte chino, si están en equilibrio pueden ayudar a dormir sueños tranquilos.
El feng shui es un antiguo arte taoísta de China, auxiliar de la arquitectura, en el cual se toman en consideración también algunos aspectos de la psique y de la astrología. La idea de fondo es que existen dos principios generales que guían el desarrollo de los acontecimientos naturales, el Ch’i es el equilibrio dinámico de Yin y Yang. El yin es el principio húmedo, oscuro y femenino, mientras que el yang es el principio cálido, luminoso y masculino. En el feng shui el yin está representado por el agua y el yang por el viento: conseguir crear un ambiente en el que estos dos elementos estén en armonía permitiría así vivir mejor.
Uno de los lugares de la casa a los que el feng shui presta mayor atención es el dormitorio, por la especial importancia que tiene en nuestras vidas. De hecho, conseguir dormir serenamente, por lo menos siete horas cada noche, es fundamental para vivir una vida sana y equilibrada.
Durante el embarazo, con los cambios físicos a los que te enfrentarás, podría ser más complicado descansar bien… Así que aquí tienes algunos consejos de este antiguo arte chino para ayudarte a seguir teniendo sueños de oro.
Una característica importante que hay que tener en cuenta es la capacidad de transpiración de las materias primas usadas en el dormitorio, para garantizar una adecuada regulación de aire, calor y humedad.
También los muebles tienen su importancia: es mejor evitar aquellos tratados con barnices y preferir los que estén montados simplemente por encastre.
Además se deben tener en consideración los colores y la iluminación. Por cuanto concierne a los primeros, en el dormitorio no hay que elegir colores activos Yang, como el rojo o el amarillo, sino que es aconsejable preferir los matices de la gama del azul o del verde (Yin), junto al blanco porque favorecen la relajación y la tranquilidad. La iluminación, a su vez, debe ser suave y acariciadora.
Según el feng shui, no se deben colocar nunca espejos en el dormitorio ya que al ser elementos Yang molestan el descanso.
El mismo razonamiento se aplica a las plantas: son agentes animados que crecen también por la noche. Otra razón, esgrimida por el Feng Shui, es que despiden anhídrido de carbono en la oscuridad, con la consiguiente disminución del oxígeno en el aire de la habitación. Por eso es mejor evitar tenerlas en vuestra habitación.
Por último, nos ocupamos de la disposición de los muebles: la cama y las sillas no deben nunca darle la espalda al vacío porque se generaría una inconsciente sensación de inseguridad. Es mejor apoyar el cabezal de la cama a una pared y el respaldo del sillón a un muro. La cama, en particular nunca debe estar orientada, ni con la cabeza ni con los pies, en eje con la puerta. Pero sobre todo para garantizar un relax total, no deben entrar en el dormitorio objetos relacionados con el trabajo, como el pc o documentos varios.
En general recuerda que, más allá de todas estas indicaciones que no siempre se pueden aplicar en una casa, el simple principio sobre el que se basa el feng shui es el del orden: vivir en medio del caos ¡pone también patas arriba los pensamientos!