Desde que lo viste por primera vez, el amor por tu hijo crece cada día, como nunca habrías podido imaginar.
Todavía te parece mentira, pero tu pequeño ahora está entre tus brazos y la emoción te embarga cada vez que vuestras miradas se encuentran.
Cada instante que pasa, cada hora, cada día, os conocéis un poco más y aprendéis a crear, junto al papá, un equilibrio perfecto que será solo vuestro.
Los primeros días desde la vuelta a casa del hospital os pondrán seguramente a prueba.
Es necesario reorganizar los espacios y los tiempos porque las exigencias y los ritmos de tu pequeño dirigirán las jornadas de una manera totalmente nueva.
Tus hormonas no te pondrán las cosas más fáciles porque están todavía revolucionadas: no te asustes si te encuentras triste de repente durante algunos instantes, ¡para después volver a reír a pierna suelta! También el papá estará un poco desconcertado con todas estas novedades y sobre todo por la complicidad que se ha creado inmediatamente entre tú y vuestro hijo y que parece no dejar espacio para su presencia: es algo pasajero y pronto entenderá él también como entrar en este nuevo mundo.
¿Y tu hijo? Frente a tantos cambios su reacción es dormir, comer, expresar con el llanto sus necesidades… ¡Tan sereno y tranquilo que casi da envidia!
Durante los próximos días muchas serán vuestras primeras veces: el primer paseo, el primer baño, la primera sonrisa… que llegará hacia el segundo mes y que os dejará sin aliento.
Poco a poco “el agarrar” se convertirá en un reflejo cada vez más consciente y los juegos con él cada vez serán más variados.
Sus comidas, tras el primer mes durante el cual no siguen un esquema preciso, se regularizan y te permiten encontrar un ritmo de sueño más regular.
Hacia los 3 meses te sorprenderá ver cómo tu pequeño cambia su manera de reaccionar ante las situaciones: sonríe cuando alguien le dedica atenciones, se lamenta si tiene hambre, se enfada si se queda solo, chasquea los labios si la leche le gusta… ¿Ve a mamá y a papá? ¡Se agita contento y tiende los bracitos!
Casi sin darte cuenta, entre un paseo y un juego sobre la alfombra, entre una toma y un baño, ¡tu pequeño cumple 4 meses! …y podrían empezar a salirle los primeros dientes.