¿Cuándo comenzar a usarlo? Pero sobre todo, ¿cuál es el modelo más adecuado? ‘el identikit’ de un cepillo de dientes para niños
Lavarse los dientes es una operación que hay que aprender a realizar con cuidado desde pequeños. Algunos inician a acostumbrar a sus hijos desde que aparece el primer diente, pero por lo general los dentistas aconsejan utilizarlo a partir de los 2 años. A veces puede resultar una fatiga, mucho mejor seguir jugando y caer de repente en un sueño profundo; sin embargo esta pequeña “pérdida” de tiempo es una valiosa inversión para la salud de la boca de los pequeños.
Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar a elegir el cepillo de dientes de tu hijo.
El mango del cepillo de dientes debe ser fácil de coger, con todos los bordes redondeados. Para la longitud puedes guiarte por los rangos de edad indicados en los envases.
El cabezal del cepillo debe ser relativamente pequeño porque no debe limpiar más de tres dientes a la vez.
Por último las cerdas son la parte más importante porque entran directamente en contacto con los dientes y determinan la salud de los mismos. Prefiere los cepillos con cerdas sintéticas porque a diferencia de las naturales no se parten ni se sueltan, además no retienen restos de comida y se secan rápidamente. La dureza ideal es media, que limpia sin arañar. A propósito de este punto, no elijas un cepillo más suave en caso de sangrado de las encías: el de dureza media las masajea mejor.
Recuerda que el cepillo tiene una duración media de 2-3 meses: pasado este periodo es mejor cambiarlo porque pierde su eficacia. Si después de tres meses sigue en buen estado significa solo que se ha usado poco y no de la manera correcta, por lo que será necesario ¡aprender a utilizarlo mejor!