¡Charlar con una buena amiga nunca ha sido tan importante!
Los primeros días en casa, de vuelta del hospital, pueden ser para algunas nuevas mamás, un poco difíciles: la vida de todos los días se pone patas arriba con la llegada del pequeño, inevitablemente cambian los tiempos, las costumbres y los ritmos también con la pareja y parece que no quede tiempo para una misma. Todas estas novedades pueden generar un malestar interior que parece imposible superar, culpa también de las hormonas capaces de hacer perder un poco de lucidez…
Pero la salida de este “túnel”, llamado también baby blues, ¡está mucho más cerca y es más fácil de alcanzar de lo que pueda parecer!
El primer consejo para intentar vivir de la mejor manera posible estos primeros meses es el de descubrir la cercanía emotiva y la ayuda, incluso práctica, de quienes nos quieren. Recuerda que es completamente normal sentirse un poco sola y tener poca autoestima en este período: ser mamá es una experiencia nueva y muy importante y el miedo de no ser capaz de hacerlo bien es absolutamente natural. Será suficiente con hablar con otras nuevas mamás, con mamás que lo son desde hace tiempo o también con una buena amiga que “no es mamá”, para descubrir que la sensación poco agradable que se siente es compartida y sobre todo pasajera. Hablar con quien te quiere es una ocasión que no hay que dejar escapar para sacar lo que te preocupa y ver las cosas desde otro punto de vista.
Comenta tus ansiedades y miedos sin vergüenza y quizá con una pizca de humor: será mano de santo y te sentirás en seguida más liviana.
Del mismo modo acepta con gusto una ayuda de quien te la ofrezca. La compra hecha, una mano en casa con la limpieza, cuidar de tu hijo durante un rato para que te dediques solo a ti misma… son grandes ayudas para sentirte menos sofocada. Recuerda que cuando una persona te ofrece su ayuda es porque se alegra de poder serte útil: aceptarlo refuerza vuestro vínculo y vuestra amistad.
Si aún te quedan dudas, piensa en el hecho de que tu pequeño es muy sensible y advierte instintivamente tu estado de ánimo: sentirte serena es la fortuna mayor que pueda recibir y pensar también en tu bienestar, pidiendo ayuda y apoyo a quienes tienes cerca, será por lo tanto un ¡regalo estupendo también para él!