El jengibre, un aliado contra las náuseas.
Si las náuseas durante el embarazo no te abandonan, o si sufres de problemas ligados a la digestión, un gran aliado contra este tipo de problemas es la raíz de jengibre.
El jengibre fresco se encuentra en comercio en forma de raíces en cualquier frutería o supermercado, o en polvo o confitado y, en algunas tiendas chinas o japonesas, también en salmuera.
Sería mejor usar la especia fresca (es una característica del jengibre perder su aroma agrio durante el proceso de triturado y con el pasar del tiempo) y conservarlo en contenedores al vacio en un lugar fresco, oscuro y seco. La raíz hay que pelarla, pero es mejor pelar solo la parte que consumirás en ese momento para evitar que se seque. Para combatir las náuseas bastan 1-2 gr de raíz fresca al día o de polvo de jengibre.
Puedes tomarlo de varias maneras. Si lo prefieres puedes degustarlo como una infusión que puedes beber caliente o fría: prepara la infusión usando dos cucharaditas de raíces pulverizadas o ralladas por cada taza de agua hirviendo y dejándola reposar durante 10 minutos. O puedes beber el ginger-ale, o también puedes batirlo con manzanas… el jengibre se acompaña con varios platos: diviértete a inventar y descubrir todas las recetas que contengan esta raíz con tantas propiedades beneficiosas, del risotto al pollo, del pescado a la carne.
Si por el contrario no consigues apreciar el sabor agrio y exótico de esta raíz, existen píldoras de jengibre, pastillas muy prácticas que contienen el polvo y te permitirán tomarlo sin tener que sufrir el sabor.
Como todas las cosas sin embargo es conveniente utilizarla con moderación, tu médico sabrá seguramente aconsejarte la dosis más correcta para ti.