Es una de las molestias más típicas del embarazo. ¿Cómo ponerle remedio? Aquí tienes algunos consejos para eliminarla o por lo menos para reducirla.
La náusea es quizá la señal más evidente de que estás embarazada, aunque algunas afortunadas mujeres afirman no haberla sufrido. Se presenta en el primer trimestre principalmente, y a veces vuelve a aparecer durante la última fase de la gestación.
Los motivos desencadenantes pueden ser varios.
Durante el primer trimestre, la náusea está provocada por el trastorno hormonal que se desencadena en la futura mamá, pero también por factores psicológicos, como la ansiedad ligada a la novedad. En el último trimestre la náusea puede deberse al volumen del abdomen y al crecimiento del pequeño, que obstaculizan la digestión.
La náusea matutina es típica de los primeros meses: surge al despertarse, pero también puede presentarse durante el curso de la jornada. Recién levantada, se pueden poner en práctica ciertos “trucos” para sentirse mejor y afrontar la jornada:
- Levantarse con calma: en lugar de alzarse bruscamente de la cama, por la mañana es mejor moverse lentamente, sentándose unos instantes en el borde de la cama. Los movimientos bruscos pueden favorecer la aparición del problema.
- Picar crackers: con el estómago vacío, la náusea puede ser incluso más molesta. Para desayunar, aunque no tengas demasiado apetito, intenta comer alimentos secos, como galletas, biscotes o crackers.
- Evitar olores intensos: si tienes náusea renuncia a desodorantes demasiado fuertes, perfumes y olores desagradables por la mañana temprano que pueden amplificar el sentido de náusea y provocar malestar.
- No cocines: aunque estés acostumbrada a hacerlo, no te metas en la cocina por la mañana si tienes náuseas. Los olores intensos de la comida pueden darte fastidio.
- Usa las pulseras anti-náusea: las encuentras en la farmacia y dan alivio. Se pueden poner por la mañana y llevarlas todo el día. Actúan en base a los principios de la acupuntura, por lo que no tienen efectos secundarios.
- Utilizar el ginseng: el ginseng es un óptimo aliado contra la náusea. Mejor tomarlo fresco, pocos gramos de raíz rallada al día son perfectos, pero también puedes encontrarlo liofilizado y en píldoras (sobre todo si no te gusta el sabor).