Cuando el viaje es largo, algunas buenas ideas pueden hacer que el tiempo transcurra más rápido y de manera divertida.
Todos al coche, ¡listos para partir!
Pasa poco tiempo y tu hijo comienza con la clásico pregunta: “¿Cuánto falta?”
Para él el tiempo parece que no pase y estar sentado sin hacer nada en la sillita, mirando por la ventana no es la idea que tiene de divertirse.
Pero mamá tiene un as en la manga: juegos fáciles para que el viaje sea más divertido y ¡para que el tiempo pase más rápido! Aquí tienes algunas ideas.
- El coche rojo: es un juego que se desarrolla cuando tu hijo crece, que ya a partir de los 18 meses podrá comenzar a hacer, y que consiste en contar los coches rojos que os crucéis, para después pasar a los verdes, a los amarillos y así sucesivamente. Cuando sea mayor, con el papá, ¡se convertirá en un juego de rapidez en reconocer los modelos de los coches!
- Las asociaciones: es un juego de palabras que consiste en crear una cadena de palabras, propuestas por turnos, vinculadas entre ellas por una libre asociación (por ejemplo árbol – madera – silla – trona – mesa…). ¡Será muy divertido escuchar las asociaciones mentales ideadas por tu pequeño!
- Una historia toda nuestra: inicia a contar una historia y después pide a tu hijo que la siga un poco, antes de pasarle la pelota al papá y después de nuevo a él… ¡Cuando lleguéis podríais escribir el argumento de una nueva película!
- El sobre de las sorpresas: cuando el viaje sea muy largo, y no se realice solo en coche sino que tengáis que viajar por ejemplo en avión, prepárate con antelación una bolsita con pequeñas sorpresas. Cada poco tiempo (dependiendo de la duración del viaje) podrás darle una para que realice un nuevo juego.
Música, audio libros y cuentos que podrás contarle serán siempre compañeros irrenunciables de viaje.