Para la regularidad intestinal y para prevenir algunas molestias, es importante asumir más cantidad de fruta y verdura
Seguir una alimentación correcta es importante en todas las fases de la vida, especialmente ahora que esperas un hijo. En este período el intestino, a causa de las modificaciones hormonales típicas del embarazo, tiende a volverse más perezoso: por eso, no deberían faltar en tu mesa frutas y verduras. Estos alimentos, además de ser ricos en vitaminas y sales minerales, indispensables para el desarrollo de tu pequeño en el vientre, gracias a su contenido de agua y fibra ayudan a combatir el estreñimiento, un fastidio muy típico durante los nueve meses.
Las verduras, en especial, pueden consumirse en abundancia, porque aportan pocas calorías (al estar constituidas en un 80-90 por ciento por agua) y están indicadas para mantener el peso bajo control durante todo el embarazo. La única precaución que debes tomar, si no eres inmune a la toxoplasmosis, es desinfectar bien la verdura cruda y la fruta, dejándola en remojo durante unos treinta minutos en agua y bicarbonato y aclarándola después con abundante agua.
Las fibras también se encuentran en los cereales integrales: sustituye la pasta y el pan comunes con las variedades integrales, para aumentar la cantidad de fibra que consumes cada día.
También los líquidos son importantes para mantener la correcta funcionalidad del intestino: el agua reblandece las heces, facilitando la evacuación de las mismas. Durante el embarazo deberías beber por lo menos un litro y medio – dos litros de líquidos al día, prefiriendo el agua mineral natural.