Durante el embarazo también tus pies necesitan algunas atenciones especiales.
Durante el embarazo tus pies sufren una presión mayor de la habitual, debida al cambio de peso y también a tu posición que se modifica. Por eso están cansados e hinchados a causa del aumento de la retención hídrica. Para darles alivio concédete un buen masaje. Puedes dirigirte a manos expertas o bien, si tienes un compañero voluntarioso, puedes pedirle a él este mimo especial.
Preparación:
- haz un breve pediluvio para refrescar los pies, mejor en agua salada y no demasiado caliente que ayuda a disminuir la hinchazón;
- siéntate cómodamente sobre el sofá y que la persona que te vaya a dar el masaje se siente delante de ti;
- la mejor posición para obtener un resultado óptimo es la que te permita tener la pierna un poco alzada;
- relájate y ¡disfruta del masaje!
Instrucciones para el voluntarioso masajista.
- Los pies son una parte muy sensible de nuestro cuerpo por lo que sería conveniente ¡calentar el aceite entre las manos antes de comenzar!
- El pie debe ser mantenido firme con una mano debajo del talón, la otra debe realizar una presión continua sobre la planta partiendo del pulgar hacia el talón.
- Pasando al dorso del pie, la presión debe ejercerse por medio de movimientos verticales del pulgar partiendo de la base de cada dedo hacia el tobillo
- Se vuelve después a la planta para efectuar masajes verticales con el puño cerrado, utilizando solo los nudillos de los dedos, partiendo de la base de los dedos hasta el talón. El pie en este caso debe ser mantenido con la otra mano en el dorso, sobre los dedos.
- Después se puede masajear toda la planta del pie con la palma de la mano, haciendo movimientos circulares.
- Sucesivamente los movimientos circulares deben hacerse solo con el pulgar, masajeando toda la planta y deteniéndose en particular modo en la base de los dedos.
- Los dedos se masajean uno a uno desde la base hasta la punta, apretándolos delicadamente entre el pulgar y el índice.
- Se concluye con un vigoroso masaje usando ambas manos, que partirá desde las pantorrillas y descenderá poco a poco para terminar con la punta de los dedos. Servirá para eliminar toda la tensión acumulada en las piernas.
¡Que comience el relax!