Tacones durante el embarazo: ¿es verdad que son peligrosos? ¿Mejor un par de bailarinas? Como siempre la única regla es el buen sentido.
Durante el embarazo, especialmente durante los últimos meses cuando el vientre comienza a pesar, a la mayor parte de las futuras mamás se les desaconseja el uso de tacones.
Los tacones altos, además de disminuir la estabilidad y el equilibrio de la madre, fuerzan los pies, las piernas y sobre todo la espalda en una posición poco natural, convirtiéndose en una fuente de dolores sobre todo para la zona lumbar, ya sometida a dura prueba debido al embarazo.
También es cierto, por otro lado que las bailarinas, por razones diferentes, producen consecuencias muy similares por lo que se consideran igualmente inadecuadas para una mujer en estado de buena esperanza. Al no proporcionar ningún apoyo a la planta del pie porque son completamente planas, impiden que la espalda descargue de manera equilibrada y eficaz el peso sobre los talones, así que se crean también en este caso posibles molestias y dolores en la zona lumbar y plantar.
Cada mujer tanto si se encuentra en estado de buena esperanza como si no, conoce su propio cuerpo mejor que nadie. Algunas mujeres están acostumbradas a llevar todos los días 12 centímetros de tacón y sentirse completamente a gusto, de igual manera que otras se sienten ya incómodas e inestables simplemente pensando en tener que subirse a unos zapatos con más de 5 centímetros.
Como siempre ¡el buen sentido es la mejor opinión que se puede escuchar! Es importante entender que un consejo también en esta fase de la vida en la que es normal sentirse poco preparada y sensible, no es una ley universal igual para todas y que solo tú puedes saber lo que es mejor para ti y para tu bebé. Ya sean bajos, altos, de deporte o con tacón de aguja, ¡serás tú quien decida cuál es la mejor solución!