“Quien bien empieza bien termina”. Este antiguo dicho es válido también para el embarazo: estos son los comportamientos que debes adoptar para mejorar la fertilidad y llegar en forma al momento de la concepción.
Dejar de fumar. Dejar de fumar es un consejo valioso tanto para ti como para tu compañero. La costumbre del cigarrillo, por parte de la aspirante mamá duplica las posibilidades de ralentización del crecimiento y del nacimiento de un bebé con bajo peso. Riesgos para la fertilidad, por otro lado, si el fumador es el aspirante papá.
Consumir alcohol con moderación. También en este caso el consejo es válido para ambos: cualquier dosis superior a dos copas de vino al día (o a la correspondiente dosis de licores alcohólicos) puede limitar el desarrollo de la inteligencia del futuro bebé e interferir negativamente en la fertilidad masculina.
Combatir el estrés. Cuando es crónico, puede pesar negativamente sobre las facultades procreativas tuyas y de tu compañero: a través de mecanismos hormonales, el estrés puede alterar la perfecta funcionalidad de los testículos y de los ovarios. Por eso vale la pena asumir una actitud más serena y ralentizar los ritmos de vida demasiado frenéticos. ¡Con frecuencia la tranquilidad es el mejor reconstituyente para quedarse embarazada!
No descuidar la higiene íntima. Esta es la primera forma de protección contra las infecciones del aparato genital. Regla dirigida sobre todo a los futuros papás: según los datos del Instituto Superior de Salud, este tipo de infecciones son responsables de los problemas de infertilidad de 2 de cada 10 hombres.
Seguir una dieta variada y evitar las dietas de adelgazamiento. El consejo vale sobre todo para ti: lo que comes y lo que bebes influye de manera fundamental en el desarrollo del feto. Por otro lado, hay que evitar las dietas de adelgazamiento porque privan a tu organismo de las provisiones de aquellos nutrientes (hierro y calcio, por ejemplo) útiles para el crecimiento del bebé.
Abolir el consumo de drogas y estupefacientes. Decirlo debería ser superfluo: es necesario abandonar el uso de cualquier droga a partir del momento en que se toma en consideración traer un hijo al mundo, porque tomar sustancias estupefacientes causa graves malformaciones fetales, ralentiza el crecimiento y determina un bajo peso del bebé en el momento del nacimiento, sin contar con la amenaza de aborto espontáneo.