Tus pensamientos viajan hacia tu bebé y tu cuerpo se mueve en la misma dirección. Estás atenta a todo lo que sucede dentro de ti pero el mundo exterior también te llama con ocasiones que harán que este increíble momento de tu vida sea aún más especial.
Algunas veladas fuera, una cena con amigos, un paseo por el parque, una vuelta por el centro con las amigas… cualquier ocasión que te haga sentirte bien será bienvenida. Esperar a tu hijo te hace sentir especialmente orgullosa y con una energía renovada, valorar tu feminidad con un retoque en el armario será seguramente gratificante. Es cierto que tienes aún vestidos cómodos que puedes usar, pero ahora las faldas y los pantalones ya no abrochan. No es necesario pasarse con las compras, en el fondo el embarazo dura 10 meses lunares, serán suficientes algunas prendas “passepartout” que tengan detalles específicos: una falda con la cinturilla regulable, vaqueros y pantalones que crecen al mismo tiempo que tú.
También te sentirás atraída por toda la ropita de bebé, la primera canastilla para tu pequeño, y te preguntarás qué elegir o si hacértela regalar: ¿en rosa, en azul, en tonos neutros pastel o en los clásicos blanco y marino? El bebé comienza ahora a coger peso, tiene los primeros dientes, especialmente en la ecografía se puede ver si es niño o niña, los genitales externos ya están completos. ¿Habéis decidido ya si queréis saber su sexo antes de que nazca? ¿Habéis pensado cómo se llamará? Darse una vuelta entre los nombres será un juego divertido para ti y para el papá, con el que podréis divertiros hasta que llegue el momento de vuestro primer encuentro.
Mientras tanto disfrutad de este momento para tomaros un poco de tiempo, quizá para transcurrir unas bonitas vacaciones: es el mejor período para viajar, antes de que el vientre sea voluminoso y la fecha del parto esté demasiado cerca. Coche, autobús, tren, avión o barco, todos los medios de transporte están permitidos, tomando algunas precauciones para garantizar tu bienestar y el de tu pequeño. El destino debe proporcionar relax, diversión y naturalmente una adecuada asistencia sanitaria. Lema: placer y nada de cansarse. Escucha a tu cuerpo, que te hará saber cuáles son los límites que no debes superar y… ¡buen viaje!