Cómo elegir el calzado más adecuado para acompañar al pequeño durante sus primeros paseos.
Cuando aún no han aprendido a dar sus primeros pasos, los graciosos zapatitos que se ponen a veces a los más pequeños protegen los piececitos del aire y de eventuales golpes pero generalmente tienen una función estética, ya que no saben aún ponerse en posición erguida apoyándose en las plantas de sus piececitos.
A partir de los ocho meses aproximadamente, tu pequeño comienza a gatear. Se trata de un momento importante porque el pequeño inicia a realizar movimientos útiles para su desarrollo muscular y óseo, y desde esta posición intentará ponerse de pie solo, ayudándose de un apoyo (¡sillas y sofás serán fantásticos puntos de apoyo para él!). Cuando gatea, arrastra los pies por el suelo, por lo que es necesario ponerle zapatos suaves, pero con la punta reforzada y redondeada, para facilitar el “deslizamiento” de la parte delantera del piececito sobre el suelo. La suela debe ser suave y elástica, para ayudar al pequeño a encontrar el correcto equilibrio cuanto intente conquistar la posición erguida.
Alrededor del año tu hijo está preparado para ponerse de pie y dar sus primeros pasos. Ahora es muy importante hacer la elección correcta para sus piececitos: sus zapatitos deben ser suaves y flexibles, para permitir que el pie se flexione y se tuerza siguiendo las asperidades del terreno, con la suela delgada, para permitirle que “sienta” el terreno con sus irregularidades, y no demasiado rígidos en el tobillo, para sostenerlo pero para evitar el mismo tiempo que se bloqueen los movimientos del pie.