Se lleva a cabo en las dos últimas semanas y en esta ocasión el especialista te proporciona indicaciones útiles acerca de cómo podría desarrollarse el parto y comprueba que todo vaya bien.
Si el embarazo procede regularmente, hacia el final de la gestación deberás visitar a tu ginecólogo para el último control antes del parto.
En general, esta última visita se realiza entre la 38° y la 40° semana de gestación. El ginecólogo te da algunas indicaciones sobre el parto y establece sobre todo si puede realizarse de manera natural o si es mejor programar una cesárea. Comprueba además el cuello del útero, para controlar el nivel de reducción, preparándose para las contracciones, y se mide su dilatación.
Durante esta visita se controlan también los últimos análisis realizados, el de orina y el de sangre, para excluir la aparición de posibles problemas como la gestosis o la diabetes. También se monitorean el latido de tu hijo, tu peso y la tensión arterial.
El ginecólogo, en esta visita establece por último el eventual calendario de los controles que debes realizar al final del embarazo es decir, alrededor de la 39° semana. Los controles en cuestión son: el monitoreo del latido cardíaco del bebé, la biometría fetal (que verifica las dimensiones del bebé), la flujometría doppler (para controlar la circulación sanguínea del cordón) y la cantidad de líquido amniótico. Los mismos controles se realizarán de nuevo en la 40° semana y después cada 72 horas, hasta la 41° semana y tres días.
Después de esta fecha, aunque tu pequeño esté más que a gusto en tu vientre, el líquido amniótico que le es indispensable ya no es suficiente y se te inducirá el parto.