Un pequeño secreto para hacer que tu bebé ser relaje: ¡el toque mágico de tus manos o de las manos del papá!
Los primeros dientes, los cólicos, el cansancio que no consigue transformarse en un buen descanso… Estas son algunas de las razones que hacen que tu pequeño se ponga tenso.
¿La solución más simple y saludable, para resolver con un único “toque” todas estas molestias?
Un masaje, ¡y relax inmediato!
Numerosos estudios han demostrado que un simple masaje, el mimo envolvente y delicado de mamá y papá, es una óptima “camomila” para los niños.
Hacerlo es facilísimo.
Puedes elegir si prefieres asistir a un curso de masaje infantil, donde te enseñarán las técnicas de masaje, o dejarte guiar por tu instinto y transformar tus habituales mimos en un fantástico masaje.
Desde sus piececitos hasta las piernas, desde las manitas hasta los brazos, la espalda, la cara, la barriguita… ¡Todo el cuerpo de tu hijo necesita ser tocado! Un aceite de almendras u otro estudiado específicamente para el masaje de su cuerpo, hará que tus manos se deslicen más suavemente por su cuerpecito.
Las ventajas de este momento de relax son múltiples porque el masaje sirve para:
- Reforzar el vínculo que os une;
- Hacer que tu pequeño tome consciencia de sí mismo y de su cuerpo;
- Hacer que se relaje y distender sus musculitos, mientras que disfruta con cada caricia.
La tensión debida a los dientes o al cólico se aliviará y, si estaba nervioso por culpa del sueño, un masaje le regalará el relax adecuado para que se adormente mejor.